El antiguo Hospital de Mujeres fue fundado en 1730 por la señora Ciriaca de Varona y comenzó a prestar servicio con 16 camas. El ayuntamiento, por lo inadecuado del sitio, la trasladó al barrio del Cristo a fines de 1759 y no resultando tampoco adecuado el lugar para enfermos, sufrió otro traslado y nueva edificación, que duró 66 años, siendo terminado en 1759 por las religiosos franciscanas, quienes aumentaron sus camas a 70. La Casa Cuna y de Recogidas fue fundado por don Graciano de Betancourt en 1827, alcanzando protección oficial tres años después. La Casa de Beneficencia fue fundada el año 1794 y durante varios años, desde el de 1804 al 1818, se rigió por las ordenanzas que le dio el Marqués de Someruelos, hasta que en aquella última fecha quedó de hecho convertido en Monasterio de Ursulinas, que quedó terminado y dispuesto para su nuevo objeto en 1829.

El Colegio de Jesuitas, establecido por autorización real del año 1750, fue ocupado por esos religiosos de 1757 hasta 1767, en que fueron desposeídos de su propiedad y expulsados por la monarquía española de sus dominios, siendo utilizados su iglesia y colegio para secretaria y palacio de la audiencia trasladada a ésta de la isla de Santo Domingo. En 1735 recibió el ayuntamiento el permiso para edificar la ermita de San Lázaro, destinada a enfermos leprosos; pero ya en aquellas fechas existían una para lazarinos (blancos) en la Sabana del Tínima en Hato Arriba y otra para negros en Hato Viejo. En 13 de mayo de 1746 se concluyó el antiguo Hospital y Capilla de San Lázaro; en 1815 se hacía de nuevo otro más capaz, no terminándose hasta 1819 por haber intervenido una suspensión de la capitanía general. En 1754 el doctor Francisco de Betancourt fabricó el Hospital de San Juan de Dios y el 11 de noviembre de 1823 se colocó la primera piedra para el nuevo Hospital, terminándose en 1825 y siendo trasladadas a el las enfermos el 15 de diciembre del mismo año, llevando las camas los caballeros más distinguidos y las señoras las cintas pegadas a las mismas.