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Plazuela de Bedoya

Es una de las más antiguas plazuelas de Camagüey, y aunque su origen se remonta a los siglos XVIII y XIX consta que en 1820 queda establecida la Plazuela de Bedoya. Conocida desde sus inicios como Plazuela del Pozo de Gracia, debido a una fuente de abasto de agua que se encontraba en el centro de la misma, debe su nombre actual al comerciante Ángel Bedoya quien tuvo un establecimiento en este sitio.
Ubicada en una zona humilde sus vecinos eran personas sin recursos, negros esclavos y libertos que la vincularon desde siempre a los cultos sincréticos y a las tradicionales fiestas de San Juan y San Pedro, así como otros festejos populares a los que acudían las clases más pobres. Una de sus tradiciones era una feria en la que se seleccionaba una “reina” a las que sus admiradores rendían homenaje y halagaban durante el tiempo que duraba la festividad, especialmente el Día de Reyes.
En las proximidades se encuentra el conjunto de la iglesia y el convento y la plaza del Carmen, de la que constituye su mejor mirador.
En la actualidad las edificaciones que la rodean conservan los valores de la arquitectura colonial camagüeyana.
El Callejón de Tula Oms, o de la Miseria, es el más corto de la ciudad con 8 m de largo por 2 m de ancho.

Parque de las Leyendas

La zona de la Plazuela del Puente fue un importante sitio de tránsito desde el siglo XVI. Se encuentra relacionada directamente con el antiguo Puente de la Caridad, construido de mampostería en el siglo XIX, constituyó hasta ese momento el único paso que comunicaba a la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe con el Camino Real de Cuba. La parcela donde se construye el parque de Las Leyendas se ubica en el extremo noreste de la Plazuela. Este lugar se mantuvo edificado hasta 1965, fecha en se demolió una antigua casona de madera que allí existía. A partir de entonces se convirtió en un micro parque. El sitio posee valor histórico, ambiental y social. En el momento de la intervención presentaba una imagen muy deteriorada, descualificado mobiliario urbano, pavimento en pésimo estado, y carencia de jardinería.

Este espacio se caracteriza por la existencia en su entorno de una gran cantidad de centros laborales y continúa afluencia de personas, tales como:
Comité Provincial del PCC.
Placita La Trocha
Bodega La Plazuela
Punto de venta El Cerdo
Palacio de los Matrimonios
Serví Cupet La Libertad
Pizzería Hatibonico
El parque se vincula con un fuerte nodo vial: en la Plazuela del Puente convergen las calles Rosario, República, San Pablo, Independencia y Cisneros, y a través del Puente de la Caridad se enlaza la ciudad histórica con la ciudad desarrollada a partir del siglo XIX.
Además de la remodelación de la imagen urbana, el proyecto tiene como objetivo promover el desarrollo cultural comunitario, punto de partida para la concepción del proyecto urbano- arquitectónico.
Camagüey como ciudad legendaria próxima a cumplir 490 años de fundada, conserva un añejo acervo cultural enriquecido por la idiosincrasia de sus generaciones. Las leyendas recreadas en el parque son solo una pequeña muestra de tan importante patrimonio.
Los textos de las leyendas fueron grabados en cerámica, y colocados al dorso del mural y la tapia posterior del parque; los paños de cerámica que se adosaron en la tapia son de 2000 x 3000 m. y los paños colocados en la parte posterior del mural tienen 2000 x 2000 m.
Las áreas interiores del parque se rediseñan en función de un mejor aprovechamiento del espacio, se incrementa la capacidad de los bancos, y se incluyen en el mobiliario urbano las luminarias y papeleras. Se previó un sistema de riego que permite un mejor tratamiento y mantenimiento a las áreas verdes, las instalaciones eléctricas son renovadas, incluyéndose proyectores empotrados en el área verde frente al mural y proyectores de brazo en la parte alta de la tapia, además de las luminarias y apliques.
La inflexión existente hacia el lateral de la calle Ticunicú se utilizó en la conformación de un espacio comercial. Esta tienda tiene un uso cultural: en ella se ofertan artículos típicos camagüeyanos, artesanías, souvenir, y mercancías que servirán de guía al viajero, entre otros. De forma general estos productos sirven de apoyo al objeto del proyecto.
La plaza queda ubicada en República, esquina a Rosario Plazuela del Puente, Camagüey, Cuba. (Tomado de: http://www.pprincipe.cult.cu/camaguey/index.php?pag=parqueleyendas&titulo=Parque%20de%20las%20Leyendas)

Plaza de los Trabajadores.


La primera referencia a esta zona nos llega en el siglo XVI cuando Juan Griego erige una ermita en esta área límite entre el campo y lo urbanizado, donde se encontraba una pequeña laguna.
En 1601 la ermita se cede a unos frailes mercedarios llegados de Santo Domingo para levantar, mediante donativos, un convento. La edificación de la iglesia dio importancia a la zona. Pero la definición de su espacio actual no se consolida hasta el siglo XVIII.
Hacia 1759 se concluye la reedificación de la iglesia, un templo de tres naves con bóvedas de cañón construido todo de ladrillos. Durante este siglo se construyen viviendas uní-plantas que van cerrando el espacio hasta reducirla a un triángulo.
A partir de la década del 80, al secarse la laguna, se compacta la perspectiva urbana que enlaza la Plaza de la Merced con la de Nuestra Señora de la Soledad.
El siglo XIX trae el florecimiento del enclave con la instalación de numerosos negocios tanto en ella como en las cercanías, lo que genera un importante núcleo comercial que se fortalece con la desaparición de la plaza del mercado que existía en la plaza de la Parroquial Mayor o de Armas. Y tienen cabida todo tipo de actividades de índole recreativa como representaciones teatrales, ferias y corridas de toros. Y se elevan algunas construcciones como símbolo y ejemplo del desarrollo económico de la villa tal es el caso de la casona de los Recio (casa natal) a principios del siglo.
En 1899, a raíz de la intervención norteamericana, se le cambia el nombre por el de Charles A. Dana, director del periódico Sun de Nueva York, por los beneficios y apoyos de este a la causa cubana. Igualmente tiene lugar la creación de un parque con su mobiliario urbano, bancos, árboles y un estanquillo de prensa.
Desde 1888 la presencia de los Carmelitas en el Convento de la Merced, y la oficialización de la orden a partir de 1907-1908, hace que entre las procesiones se incluya la del Niño Jesús de Praga, continuidad de las funciones de centurias anteriores.
La modernidad del siglo XX modifica la imagen de la plaza con un marcado eclecticismo. Se construye el banco The Royal of Canada, la Sociedad Popular de Santa Cecilia erige su enorme sede en un monumental edificio con un teatro y la tienda “La Gran Señora” se instala en un edificio de dos plantas y balcón corrido. Todo lo cual cambia la imagen del entorno de la plaza, reduciendo visualmente el espacio público.
El parque se amplia con una fuente, y durante las primeras décadas es sitio de concurrencia para los jóvenes intelectuales del Camagüey. Teniendo allí su peña Nicolás Guillén y otros muchos.
En 1937 se le cambia el nombre por el de Fulgencio Batista y entre los 40 y 50 se hace una remodelación, se siembra la ceiba en el centro y se coloca un busto de José de la Luz y Caballero por la logia masónica.
Entre las últimas décadas se levantan edificios con códigos modernos. La emisora tiene por sede un edificio Art Decó que nubla la imagen de la Popular mutilando sus visuales y en la esquina del callejón aparece un edificio racionalista que nada tiene que ver con el entorno.
En 1961 se elimina el parque ante la necesidad de un parqueo a las instituciones enclavadas en su entorno, principalmente la CTC, ubicada en la antigua Sociedad de Santa Cecilia.
En la actualidad y desde 1971 el espacio es cita de jóvenes y adolescentes además de numerosos espectáculos musicales que habitualmente te celebran. Y sitio de concentración de trabajadores para todo tipo de acto político y cultural. El hecho de ser un espacio abierto ha propiciado su uso asociado a las actividades del San Juan y otras festividades.

Plaza San Juan de Dios

Data de 1728, ya la iglesia y el hospital estaban construidos. La Plaza de San Juan de Dios con su entorno es el primer conjunto arquitectónico de importancia de la ciudad. En ella se encuentran elementos contractivos principalmente del siglo XVIII como son las amplias fachadas, grandes puertas, ventanas con balaustres de madera torneadas (llamadas ventanas con balconcillos). Elementos coloniales que en la actualidad de han intentado mantener lo más fiel a la época de que datan.
- En la plaza encontramos el antiguo hospital de San Juan de Dios, patrimonio de nuestra ciudad y de la cultura nacional, donde actualmente radica un museo y algunas de las dependencias del la oficina de patrimonio provincial.
En este hospital vivió desde la edad de quince años, cuando arriba a la ciudad procedente de la Habana, el enfermero José Olallo Valdés, al que todos identificaban como el “padre Olallo”, pues aunque no era cura vestía hábito por pertenecer a la orden de los jerónimos. Hombre caritativo, y muy humano, dedicó toda su vida al cuidado de los enfermos y pobres de la ciudad, mereciéndose el respeto y la consideración de todos en la villa. Actualmente sus restos descansan en una urna en la iglesia de San Juan de Dios mientras se realiza el proceso para su canonización a pedido de la jerarquía eclesiástica cubana al papa Juan Pablo II en su visita a la ciudad el 25 de enero de 1998.
Junto a la plaza y el hospital encontramos también la pequeña iglesia de San Juan de Dios. De gran importancia porque el piso del altar así como el techo son originales, y en ella se encuentran representados de forma antropomórficas (humanizados) las trilogía del padre el hijo y el espíritu santo. Privilegio este único en Latinoamérica pues en Perú hay una iglesia que tiene uno similar pero pintado al óleo.
El cadáver del Mayor General Ignacio Agramante, líder de las tropas insurrectas que luchaban contra el colonialismo español durante la guerra de los diez años, luego de su caída en combate, fue llevado hasta esta plaza y el padre Olallo lo limpió y vistió, y fue expuesto durante algunas horas en un lugar del hospital donde ahora hay un pequeño monumento, y de ahí fue llevado al cementerio general.
- La tarja que se encuentra en una casa de la plaza contiene la letra de la canción “El Mayor” compuesta e interpretada por primera vez en este sitio por Silvio Rodríguez en el acto conmemorativo del centenario de la caída de Agramonte en 1973. Acto al que asistió el comandante en jefe Fidel Castro.

Instituto de Segunda Enseñanza de Camagüey

El antiguo Hospital de Mujeres fue fundado en 1730 por la señora Ciriaca de Varona y comenzó a prestar servicio con 16 camas. El ayuntamiento, por lo inadecuado del sitio, la trasladó al barrio del Cristo a fines de 1759 y no resultando tampoco adecuado el lugar para enfermos, sufrió otro traslado y nueva edificación, que duró 66 años, siendo terminado en 1759 por las religiosos franciscanas, quienes aumentaron sus camas a 70. La Casa Cuna y de Recogidas fue fundado por don Graciano de Betancourt en 1827, alcanzando protección oficial tres años después. La Casa de Beneficencia fue fundada el año 1794 y durante varios años, desde el de 1804 al 1818, se rigió por las ordenanzas que le dio el Marqués de Someruelos, hasta que en aquella última fecha quedó de hecho convertido en Monasterio de Ursulinas, que quedó terminado y dispuesto para su nuevo objeto en 1829.

El Colegio de Jesuitas, establecido por autorización real del año 1750, fue ocupado por esos religiosos de 1757 hasta 1767, en que fueron desposeídos de su propiedad y expulsados por la monarquía española de sus dominios, siendo utilizados su iglesia y colegio para secretaria y palacio de la audiencia trasladada a ésta de la isla de Santo Domingo. En 1735 recibió el ayuntamiento el permiso para edificar la ermita de San Lázaro, destinada a enfermos leprosos; pero ya en aquellas fechas existían una para lazarinos (blancos) en la Sabana del Tínima en Hato Arriba y otra para negros en Hato Viejo. En 13 de mayo de 1746 se concluyó el antiguo Hospital y Capilla de San Lázaro; en 1815 se hacía de nuevo otro más capaz, no terminándose hasta 1819 por haber intervenido una suspensión de la capitanía general. En 1754 el doctor Francisco de Betancourt fabricó el Hospital de San Juan de Dios y el 11 de noviembre de 1823 se colocó la primera piedra para el nuevo Hospital, terminándose en 1825 y siendo trasladadas a el las enfermos el 15 de diciembre del mismo año, llevando las camas los caballeros más distinguidos y las señoras las cintas pegadas a las mismas.

Iglesia de La Caridad en Camagüey

La ciudad de Camagüey en la capital de la provincia de su nombre y la cabecera de su propio municipio, Cuba. Antiguamente se llamó Puerto Príncipe o Santa María de Puerto Príncipe. Situada esta ciudad sobre una amplia sabana arenosa, entre los ríos Tínima y Hatibonico que la atraviesan, en el centro de su provincia y hacia el centro de la isla. Pero este es su emplazamiento desde 1530, en que fue trasladada desde la bahía de Nuevitas y cerca de los solares que hoy ocupa Nuevitas, en donde fue fundada Santa María de Puerto Príncipe en el año 1514, a poco del arribo de los conquistadores, por Vasco Porcayo de Figueroa, señor de hecho de la comarca toda.

El 15 de diciembre de 1616 fue devorado por un incendio el primer templo parroquial, que luego fue reedificado sin torre con limosnas del vecindario en 1617, no añadiéndosele la primera torre hasta 1776, que se derrumbó al año siguiente. La actual torre no se edificó hasta 1794. Esa fue la llamada Parroquia Mayor. La iglesia de La Soledad fue en sus principios una ermita cuya construcción comenzó en 1697. La actual parroquia se comenzó en 1758 a expensas del vecindario y de los bienes de la hermana del P. Adrián de Varona. Fue erigida en parroquia en el año 1801. En su torre estuvo el reloj público desde 1822 a 1825, en que fue trasladado a la iglesia de las Mercedes por ser más céntrica y la torre más alta.


Foto actual de la Iglesia de la Caridad

Calle Maceo en la Ciudad de Camagüey

Con estas fundaciones podemos adquirir una idea del desenvolvimiento de Camagüey, pues en aquellos tiempos la Iglesia seguía el ritmo del progreso ciudadano o era exponente del mismo. Camagüey desde su fundación, instada por Diego de Velázquez, tuvo el título de Villa, y situada en las cercanías de donde hoy se encuentra Nuevitas, de donde se trasladó a su actual lugar por la plaga de mosquitos y las incursiones de las piratas.
En 1733 Camagüey estaba agregada al gobierno de La Habana. El censo de 1745 le asignó 13,200 vecinos. En 1772 se recogió la moneda circulante llamada macuquina. En 1755 fueran elegidas los primeros alcaldes de barrio y concluida la nueva Casa Capitular por haberse destinado la anterior para residencia del teniente gobernador. En 1799 se otorgó facultad al Cabildo para escoger de entre cuatro puertos el habilitado para el comercio libre con Europa, resultando por mayoría escogido el de Santa María. En 1780 se pidió el título de ciudad para esta villa, el escudo de armas que habitualmente usaba, tratamiento de señoría para los regidores y la merced de elegir a uno de ellos como alcalde. En 1787 quiso solicitarse del rey el establecimiento de una audiencia, a lo cual se opuso el capitán general. En 1797 se consiguió la audiencia, que fue trasladada de la isla de Santo Domingo y permaneciendo en Camagüey hasta el año 1808, en que se trasladó a La Habana. Es de notar que la audiencia de Santo Domingo había sido creada en 1511 por el rey de Aragón Fernando V y era la decana del continente.

La playa más cercana a la ciudad de Camagüey

La playa Santa Lucía de Cuba está situada a 110 Km. de la ciudad de Camagüey, en el extremo más oriental de la costa norte de la provincia; a una hora y media de viaje por carretera. Ubicada al sur del Canal Viejo de Bahamas, en medio de un entorno semidesolado, natural, virgen, paradisíaco. Tiene 20 Km. de playa arenosa de origen coralino.

El ancho promedio de la franja de arena de sol es de 15 metros. Sus aguas son muy tranquilas, ideales para el deporte náutico, la pesca superficial, la fotocaza submarina y los baños de mar. Las áreas de baño son muy tranquilas, transparentes y de fondos arenosos.

La profundidad mayor es de 1,8 metros. Para nadar, la placidez de sus aguas y la ausencia de especies agresivas, completan lo que se puede esperar. El clima es cálido y sus aguas son tibias. La temperatura media anual oscila entre 28,7 grados celcius en agosto y 23 en febrero.
Posee una extensa barrera coralina, la segunda mayor del planeta luego de la australiana, y la mayor del Hemisferio Occidental; que la convierte en una gigantesca piscina. Forma parte de la barrera arrecifal del norte del archipiélago cubano, que se extiende desde Punta de Hicacos (Varardero) hasta más allá del límite oriental de la provincia de Camaguey. F

rente a la playa y a distancias que oscilan entre los 200 y 1500 metros, puede verse un espectáculo original: una larga franja de corales rompiendo la olas como si fuera acaso otra orilla. Entre la barrera y la línea de costa, el mar alcanza profundidades de hasta 3 metros. Los corales permiten conservar una gran variedad de peces y una flora marina envidiable para el buceo submarino y la pesca superficial.

Otra de las virtudes de Santa Lucía, es haber conservado la mayor población de flamencos rosados del Caribe en su entorno y cayos próximos.

El rosado de los flamencos, los variados azules del cielo y el mar, el verde incandescente de la abundante vegetación circundante, y la piel de diversas tonalidades de los miles de visitantes que aquí llegan cada año, componen una policromía especial bajo el influjo del sol de Santa Lucía.
Una de las zonas más codiciadas es La Boca, aledaña al canal de acceso a la Bahía de Nuevitas, una de las mayores de Cuba. Lugar semiaislado, próximo a un pintoresco poblado de pescadores. Si no bastara, cerca de Santa Lucía, a unos minutos de viaje por aire o por mar, se pueden hallar varios cayos inmensos, pequeñas islas llenas de animales salvajes y varias especies en extinción; excelentes playas llenas de cocoteros y protegidas por la barrera de corales. Vistas de la Playa Santa Lucia, Camagüey, Cuba.























El San Juan alegría y cultura del Camagüey Legendario

Cada 24 de junio los camagüeyanos reviven su más antiguo rito de euforia callejera, el "San Juan", originado en el siglo XVIII y uno de los más vetustos y pintorescos carnavales cubanos.

San Juan: Orígenes de la principal fiesta popular en CamagüeyGalería del San Juan Camagüeyano 2008

Más que una fiesta tradicional, el San Juan camagüeyano forma parte ya del patrimonio histórico y cultural de esta porción de la isla de Cuba. Para algunos investigadores, sus orígenes se remontan al siglo XVIII, cuando en plena primavera los hacendados, encomenderos y todo aquel que así lo deseara, dedicaban varios días a festejar el cierre de un ciclo de laboreo.

A pesar de su nombre genérico no se trata de una fiesta religiosa, sino profana, ubicada de manera estable entre las celebraciones católicas de San Juan, el 24 de Junio, y de San Pedro, el 29 del propio mes. Aquellas primeras celebraciones tuvieron como centro las competencias de habilidades y destrezas entre jinetes, en una vía que desde entonces se denominó calle de San Juan o de las Carreras –y que actualmente es la calle Avellaneda.

Las fiestas contaban además con torneos, bailes, paseos, meriendas y otras variedades a las que daban un toque particular los “mamarrachos” –disfraz popularizado-, quienes al amparo de sus máscaras hacían de las suyas en la vía pública. Precisamente bromas de mal gusto contra figuras principales de la villa, motivaron la suspensión de las alegres jornadas en el lapso que medió entre 1818 y 1834. Ajiaco camagüeyano distingue primer día de festejo sanjuanero.

El primer día de celebraciones del San Juan camagüeyano, este 24 de junio, tuvo a la elaboración del tradicional caldo denominado ajiaco, como uno de sus contenidos más pintorescos. En cada Comité de Defensa de la Revolución (CDR), la cocción del alimento aglutinó a vecinos sumados al tradicional festejo camagüeyano, cuyos orígenes se remontan al propio surgimiento de la villa, una vez asentada en el actual enclave, después de su peregrinar desde Punta de Guincho, al norte del territorio, en 1514.

La Plazoleta de Bedoya, en el mismo corazón de la localidad cabecera, acogió desde horas de la tarde, la confección del ajiaco gigante, sazonado también con las actuaciones de colectivos danzarios, aficionados y profesionales, entre ellos el Ballet Folklórico de Camagüey.

El programa previsto por la Comisión Organizadora, anuncia la celebración este miércoles del primer paseo de congas, comparsas y carrozas, que se reeditará los días 26 y 28, en tanto el 27 se realizará en los repartos Lenin, Previsora y Julio Antonio Mella. (Yolanda Ferrera Ferrera/ Radio Cadena Agramonte).

El adoquinado de nuestras calles de Camagüey

(Tomado de "Camagüey, de la leyenda y la historia", Oficina del Historiador de la Ciudad).

De menor antigüedad que los tinajones, los adoquines que pavimentan nuestras principales calles constituyen otro toque distintivo de la ciudad.

Hacia la primera mitad del siglo XIX, las polvorientas calles y plazas de las zonas céntricas de Puerto Príncipe fueron pavimentadas con ladrillos o piedras (empedradas, al decir de la época).
Al correr de los años, las obras del acueducto, el alcantarillado y el tendido de la línea del tranvía en las principales arterias urbanas terminaron por deteriorar aquel pavimento original, que en algunos lugares no debió diferir del que aún se observa en Trinidad.

El 3 de julio de 1921 se inició la renovación del pavimento de las más importantes calles de la ciudad. El adoquinado hizo su aparición en Camagüey.

Los adoquines de granito fueron comprados en Noruega, al precio de dieciocho centavos de dólar la unidad. Manos hábiles los dispusieron. Adaptaron su geometría al caprichoso trazado urbano de nuestra ciudad, tejiendo una urdimbre de hermosas figuras que aún hoy pisan los pies de nativos y visitantes.

Beneficios para parque urbano en Camagüey

Camagüey, Cuba: El Casino Campestre, situado en la provincia de Camagüey y considerado el mayor parque urbano de la isla, se beneficiará de un programa de rehabilitación.

Surgido en el siglo XIX, en Casino Campestre es considerado como un atractivo único para visitantes nacionales y foráneos.

La iniciativa busca el rescate de los valores artísticos e históricos de la instalación.

Para ese propósito se diseñó el proyecto FENIX, el cual contempla además la formulación de propuestas culturales acordes con el entorno del mencionado parque urbano.

El planeamiento contempla la recuperación de la Glorieta y el mantenimiento de una Gruta que simula una cueva natural, ambas construidas hace casi nueve décadas.

En el rescate intervendrán expertos de los ministerios de Cultura y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba.

ARCHIPIÉLAGO SABANA - CAMAGÜEY

Es el mayor de los que rodean a la isla de Cuba y forma parte de la provincia de Ciego de Ávila. El más conocido, Jardines del Rey muestra una belleza sorprendente y se erige como una de las principales plazas de turismo de playa en el país. Sus fondos marinos se encuentran protegidos por una barra coralina que se afirma es la segunda más extensa del mundo, porque la primera se localiza en Australia. Dentro de los Jardines del Rey los destinos más conocidos son Cayo Coco, donde se puede apreciar el pájaro coco o ibis blanco, y Cayo Guillermo, con una grata presencia de flamencos rosados. Es un islote con 13 kilómetros cuadrados y posee las dunas más altas del mundo, que alcanzan hasta 15 metros de altura. El archipiélago posee comunicación por tierra con la isla grande o isla de Cuba y un aeropuerto con capacidad para recibir naves de mediano y pequeño porte. El enclave de los cayos en el norte de Ciego de Avila con más de 3 000 habitaciones en explotación está entre los más atractivos de Cuba por la excelencia de sus playas, conservación de sus valores naturales y el ambiente de seguridad que se respira en todo su entorno.

Fauna

La fauna silvestre está asociada a las comunidades vegetales, aunque cabe destacar que en las regiones costeras, especialmente en la bahía de Nuevitas, se localiza uno de los mamíferos marinos más representativos de Cuba y del Mediterráneo Americano: el manatí (Trichechus manatus).

Flora camagüeyana

La vegetación natural está constituida por bosques de manglares costeros, desde el extremo occidental, hasta la desembocadura del arroyo Vigil, más al oriente la vegetación natural está afectada por los cultivos agrícolas; quedan manifestaciones de bosques semideciduos mesófilos. El resto de la vegetación es cultural, con cultivos agrícolas y focos de pastos.


La flora silvestre ha sido muy afectada por las actividades del hombre; pero puede encontrarse en los sectores costeros, asociada a la vegetación de manglar, y los bosques semideciduos mesófilos típicos. Un ejemplo de ello es la Copernicia rígida, que es localizable al sur de las bahías de Nuevitas y Malagueta.

Geografía

Provincia situada al Este de la región central de Cuba. Tiene una extensión de 15 584,72 km2 y una población estimada de 771 931 habitantes (1996). Primer lugar entre las provincias del país por su extensión y sexto por su población.
En esta región abundan las llanuras, pero no todo es llanuras en el territorio camagüeyano: es notable la sierra de Cubitas, donde una cueva situada en el cerro de Tuabaquey, la más alta elevación de esta provincia, se conserva como testimonio de lo que fuera refugio de esclavos cimarrones, mas, no sólo por su valor histórico se destacan estas cavernas de la sierra de Cubitas, son consideradas las más bellas y grandes de Cuba.
De altas y abruptas paredes, con características cársicas como el diente de perro, muestran sus abras, imponentes por su profundidad. El río Máximo, al cruzar por las serranías entre las alturas de Tuabaquey y Santa Cruz, forma al norte hermosos cangelones o piscinas naturales de atractivos mármoles blancos.
La existencia de rocas ígneas y metamórficas próximas a la ciudad de Camagüey, ha dado lugar a la formación de cromita, un valioso mineral estratégico cuya abundancia es tal que puede constituir el más importante yacimiento cubano.
La costa coralina que bordea por el norte a Camagüey deja ver, ligeramente alzados sobre el nivel del mar, los cientos de cayos e isletas del archipiélago Jardines del Rey. La isleta conocida como Cayo Romano muestra alturas de relativa importancia como La Silla indicándonos que su origen no se debe sólo al crecimiento de corales, sino a plegamientos de la corteza caliza de la región.
Al norte del municipio Esmeralda se han descubierto fósiles de ammonites, que denotan una edad mesozoica.

Clima de Camagüey

Camagüey, como parte de la subregión del Caribe Occidental, goza de un clima propio de las sabanas tropicales donde es determinante la cantidad de radiación solar que incide sobre su superficie. Asimismo recibe la influencia estacional de las masas de aire árticas y polares continentales durante el invierno.

La temperatura media anual del aire es de poca variación, fluctúa entre 25 y 26oC, en cambio, la pluviosidad media anual es más alta en los territorios costeros al sur de la bahía de La Gloria, con oscilaciones entre 1200 y 1400 mm/a y disminuye hacia las zonas vecinas de la bahía de Nuevitas y cayo Sabinal, con valores entre 1000 y 1200 mm/a.

Camagüey, la desconocida

CAMAGUEY, Cuba, nov (IPS) - Callejones estrechos, casas coloniales con techos de tejas y patios interiores sembrados de árboles, leyendas y una apasionada historia de amor hacen de Camagüey uno de los sitios más atractivos de Cuba, a la par de desaprovechado para el gran turismo.

La capital de la central provincia del mismo nombre es apenas una mal utilizada escala en el camino de los grupos de turistas con destino a las playas cercanas, distantes más de 500 kilómetros al este de La Habana.

A la hora de escoger a donde ir o qué recomendar, la población cubana suele preferir la ciudad colonial de Trinidad, los paisajes de Pinar del Río, el balneario de Varadero, pero nunca las más de 20 plazas antiguas de Camagüey, ciudad ésta que fue una de las primeras siete villas fundadas en esta isla caribeña por los colonizadores españoles.

”Hay turistas que llegan a las 6 de la tarde y se van al otro día. Se encuentran una ciudad muerta, con los museos cerrados. No saben a dónde ir qué hacer porque la promoción es mediocre”, opinó Sandra Jímenez, ingeniera camagüeyana de 37 años.

Los visitantes contemplan la estatua de Ignacio Agramante, el prócer de la independencia en la región, y se van sin conocer sus cartas de amor a su esposa Amalia Simoni, la casa y el árbol donde se amaron o el misterio de la desaparición de sus restos.

Pocas personas descubren la plaza de las cinco esquinas o se pierden en un entramado de calles y callejones que, según la leyenda, fueron trazados sin lógica para confundir a los piratas que hace más de 400 años amenazaban esta ciudad, fundada el 2 de febrero de 1514.

Las agencias de viaje venden Camagüey más como un sitio de paso que como una plaza cultural. La industria turística no ha sabido explotar los valores de un centro histórico que, con una extensión de 300 hectáreas, es el más extenso de la isla.

Esta carencia resulta evidente para especialistas de la Oficina del Historiador de esa ciudad, que trabajan en la conservación de los valores históricos de la provincia.

El patrimonio no se ve ”como una oportunidad” para elevar la explotación turística de la ciudad, dijo a IPS Teresa Pascual, directora de la oficina del Plan Maestro, institución encargada del desarrollo urbanístico de la ciudad.

La Oficina tampoco cuenta con amplias posibilidades de captación de ingresos en divisas, como sucede con su similar en La Habana, que le permitiría obtener fondos importantes para proyectos comunitarios y de conservación.

”Si turismo y patrimonio caminaran juntos, cuántas cosas no se harían”, lamentó Pascual.

Los recorridos podrían incluir plazas coloniales, el callejón más grande o el más estrecho, los típicos patios con aljibe y tinajón para almacenar el agua, o la arquitectura religiosa de una ciudad donde hay 12 iglesias, siete de ellas de gran valor.

Como un aporte en esta dirección, la Oficina del Historiador de Camagüey trabaja en la edición de una guía arquitectónica que incluirá información sobre sitios de interés, historia, tradiciones, costumbres y cultura.

El centro histórico camagüeyano atesora 14.351 edificaciones, 13.320 de las cuales son viviendas. También se informa que 4.769 de esas construcciones tienen gran valor arquitectónico.

Alrededor de 58.200 personas viven en el área, con una densidad poblacional de algo más de 194 personas por hectárea. La población se ha mantenido estable en los últimos 25 años y, según los especialistas, manifiesta un fuerte sentido de pertenencia.

Camagüey es una de las plazas culturales más importantes del país, con un importante desarrollo en las artes plásticas y escénicas y la única provincia del país que cuenta con una compañía propia de ballet.

La constitución de la Oficina del Historiador, en 1997, permitió dar continuidad a un trabajo de conservación que ya se venía haciendo en sitios de interés como la Plaza del Carmen (siglo XIX) y la de San Juan de Dios (siglo XVIII).

”Surge la oportunidad de llegar adentro de las casas, no quedarse en la fachada”, precisó a IPS Maiveris Varona, especialista de la Dirección de Proyectos de Conservación y Restauración de la Oficina del Historiador.

Además de las intervenciones constructivas de las plazas públicas, edificaciones con fines económicos o sociales, la Oficina empezó a ”realizar acciones más ambiciosas para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del centro histórico”, aseguró.

Pero encontrar el camino a El Carmen sigue siendo difícil para cualquier extranjero y San Juan de Dios, ubicada más en el centro de la ciudad, no ha logrado rescatar la vida que tenía antes del inicio de la crisis de la economía cubana de la década pasada.

”En la taberna se servía chorizo con cerveza Tínima, fabricada en Camagüey. Al lado, había una casa donde un hierbero preparaba cualquier tipo de infusión y la gente iba de un lado al otro y se pasaba la noche en la plaza”, cuenta Jiménez.

Donde entonces estaba la taberna ”El Parador de los Tres Reyes” y la ”Casa de las Infusiones”, y hoy se puede comprar la misma cerveza y el mismo emparedado que en cualquier cadena de cafeterías de servicio rápido en Cuba.

”Camagüey también tiene que trabajar en el rescate de sus servicios, de esos lugares que sus habitantes siempre recordamos con nostalgia y que ayudaban a hacer única nuestra ciudad”, dijo la camagüeyana. (
Por Dalia Acosta)

Surgimiento y desarrollo de la ciudad de Camagüey desde la perspectiva arquitectónica de su trazado urbano (Primera parte)

Santa María del Puerto del príncipe, villa fundada por la conquista española en la costa norte de la actual provincia de Camagüey, debió estructurarse a manera de una de las tantas instauradas en el Caribe y Cuba en los primeros tiempos, como una retícula regular, quizá semejante a Santiago de Cuba, La Habana o al propio Santo Domingo; sin embargo, hoy su trazado irregular recuerda mas a la ciudad europea que a las incipientes ciudades del nuevo continente. Las interrogantes surgen enseguida: ¿por qué Camagüey posee ese complejo trazado urbano? ¿Por qué no se respetaron las recomendaciones fundacionales, como en otras villas del mismo territorio? Tratar de dar respuesta a estas inquietudes nos ha llevado por el camino de la investigación y la búsqueda. Hemos elaborado hipótesis que quizá sean solo eso; pero hemos aprendido que los análisis de las estructuras urbanas no pueden realizarse por lo que se ve a simple vista; el análisis del plano urbano debe asumirse “como la última manifestación de un dilatado proceso histórico que habla de la construcción de la ciudad”.(1) Si se tiene en cuenta que el primer grupo de ciudades fundadas en el Caribe poseen una estructuración en retícula mas o menos regular y que solo a partir de 1535, con la fundación de Lima, se establece la conocida “cuadrícula clásica iberoamericana”;(2) Puerto Príncipe, ubicado en una llanura, con mas razón que Santiago de Cuba, de topografía accidentada, debía haber respondido a la conformación recomendada. Sin embargo, la ciudad de Camagüey posee características muy peculiares que la diferencian del resto de las ciudades cubanas y de otras del continente americano; sus calles, estrechas y sinuosas, de fuertes inflexiones, con numerosas plazas, plazuelas y encuentros de calles, hacen de su estructura urbana un interesante caso de estudio. De las siete villas fundadas en Cuba, Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, fue una de las dos establecidas en la costa norte, en contra de las recomendaciones de la época para la fundación de las ciudades, que daban preferencia a la costa sur. Los primeros tiempos estuvieron regidos por la precariedad y provisionalidad, tanto desde el punto de vista de su ubicación, moviéndose en dos ocasiones hacia lugares más favorables, como de sus construcciones, que se realizaban con materiales perecederos.

Santa María del Puerto del Príncipe no poseyó un plano previo de delineación de la villa; el más antiguo plano que se conoce constituye un levantamiento de lo ya existente. La villa se establece en un terreno completamente llano, entre dos ríos y expresa un crecimiento espontáneo en apariencia, que es la base actual de su caracterización tipológico-urbana.

En este sentido, una lectura profunda del plano urbano actual de Camagüey, y de la estructura urbana de su centro histórico, evidencia elementos de cierta organización planificada, lo cual expresa que inicialmente hubo intenciones de ortogonalidad, como era recomendado. La forma rectangular de su Plaza Mayor, es prueba de ello, aunque su desarrollo espontáneo posterior frustrara ese primer intento de regularización.

Esta plaza, en la actualidad, con su forma y connotación como centro fundacional, parece imponer el orden y la dignidad al desorden circundante y queda, junto a otros indicios, como único testimonio de lo que hubiera podido ser un Camagüey semi-regular y en retícula.

Para poder analizar tan largo período de tiempo en el que la ciudad nace y crece bajo la influencia y determinación de numerosas variables, hemos establecido cinco períodos principales de desarrollo y evolución, a modo de periodización.

Por Dra. Arq. Lourdes Gómez Consuegra* | Fotos: Oscar Viñas, Iosvany Hernández y Manuel Zabalo. Tomado de Revista Senderos No. 0

Arquitectura de Camagüey: mezcla de formas y estilos

Camagüey, Cuba.- Debido al afán de modernización siempre presente a lo largo de los siglos en los habitantes de la ciudad de Camagüey, en su bien conservado centro histórico se reúnen diversos estilos arquitectónicos.

Además de los valores heredados del período colonial español, una gran cantidad de edificios conjugan diferentes formas en la que se mezclan estilos diversos, tales como el art nouveau, art decó o el neoclásico.

En Camagüey, los primeros edificios públicos de carácter civil aparecieron a partir del siglo XVIII, y se desarrollaron con mayor vigor desde el XIX.

Entre las construcciones más notables de esa época se hallan los hospitales San Juan de Dios y San Lázaro: el primero posee un hermoso patio rodeado de arcadas de medio punto, y el segundo traza una galería con arcadas de orden dórico.

El repertorio religioso camagüeyano se caracteriza por sus iglesias de una sola torre, a excepción de la del Carmen, edificada a principios del siglo XIX, con una gran fachada de dos torres.

Es usual el empleo de naves centrales y, en oportunidades, laterales, como en los edificios La Soledad y La Merced. Por lo general las torres centrales están delimitadas por grandes columnas, aunque también las hay desplazadas a un costado en el ejemplo de la parroquial mayor.

Son las viviendas en realidad las que conforman en Camagüey el grueso de las construcciones coloniales; están presentes a lo largo de su historia, como el conjunto que dejó el siglo XVII en la plaza de Las Cinco Esquinas del Angel, donde se observan elementos mudéjar y prebarroco.

Fue sin dudas el siglo XVIII el más próspero para la arquitectura de la época colonial. En esta ciudad, esa centuria quedó marcada por casas de amplios aleros de tornapunta, combinados con verjas voladas de madera y puertas flanqueadas por medias pilastras, mientras que en el interior los arcos mixtilíneos constituyen el leit motiv de la etapa.

A partir del siglo XIX comienzan a introducirse sutilmente el neoclásico y el barroco: elementos volados acompañados de molduras, finas columnas distribuidas en toda la fachada y algunos cambios hacia formas neoclásicas.

Un estilo ecléctico se impone en la arquitectura de entre las décadas de 1900 a 1930, con formas de interpretación muy personales, aun dentro del movimiento neoclásico o academicista, en especial con respecto a edificios públicos, tales como escuelas, bancos e iglesias.

Hay también elementos acentuados del art nouveau, pero muy unido a la corriente ecléctica de la época.

Otro período clave en los estilos arquitectónicos de Camagüey es el de 1930 a 1950, donde se destaca el art decó, movimiento de la verticalidad, con un sistema figurativo lineal recto, que incorpora motivos geométricos, a diferencia del art nouveau, que es de líneas onduladas y sueltas.

La corriente neocolonial la encontramos durante diferentes etapas, pero es hacia 1930 cuando comienza a combinarse con elementos eclécticos: en la ciudad tenemos hermosos ejemplos en los edificios de la Biblioteca Provincial, el Museo Ignacio Agramonte y el Hospital Materno.

La arquitectura moderna irrumpe en Camagüey con la simplificación de formas y cierta influencia norteamericana, que tiene antecedentes en un grupo de bungalows construidos al estilo USA en el barrio de La Zambrana.

Actualmente el uso del espacio y el equilibrio, a través de elementos prefabricados, da soluciones a problemas sociales contemporáneos, distinguiéndose las viviendas en altura, cuyos recursos técnicos están dados por moldes deslizantes y elementos prácticos.

El patrimonio arquitectónico camagüeyano no es privilegio de ladrillos y balcones coloniales, es propio también del acero y el cristal de los hermosos edificios contemporáneos. Sin todo ese conjunto, no se podría hablar de la historia de la ciudad.

* por: Eduardo Labrada, serviex@prensa-latina.cuEl autor es periodista del semanario camagüeyano Adelante

Cuba, la mayor de las antillas

La mayor de Las Antillas, plaza fuerte para el turismo en el Caribe, cuenta con ofertas únicas que mezclan una riqueza histórica inigualable con el atractivo de opciones de recreación apoyadas en los tesoros de la naturaleza y las propuestas de sol y playa.

Precisamente, el cálido clima de la isla, con un invierno moderado y un verano dominado por las altas temperaturas, convierte casi en una necesidad el disfrute de un agradable baño de mar en una de las numerosas playas que surgen por doquier en la geografía cubana.

Unido al balneario de Varadero con su bien ganada fama a nivel mundial, existen alternativas como Santa Lucía, en la oriental provincia de Camagüey, convertida en una perfecta combinación de sol, arena, salitre y aguas transparentes.

Más de 20 kilómetros de playas conforman la oferta del sitio, transformado en una verdadera piscina natural gracias a la más extensa barrera coralina del país, la cual se acerca incluso a unos 200 metros de la costa y permitiendo así que la calma domine al mar en esa zona.

La formación de corales, localizada paralela a las costas de los cayos Sabinal, Guajaba, Cruz y Romano, muestra una línea continua de espuma que resguarda la variada vida animal de la zona.

Santa Lucía es también plaza fuerte del inmersionismo en Cuba, con 35 puntos de buceo que llevan en ocasiones a los restos de 27 barcos, algunos de ellos de la época del tráfico de oro hacia España y otros hundidos en las escaramuzas de la II Guerra Mundial.

A lo anterior se añade la riqueza patrimonial de la ciudad de Camagüey, con una historia que acumula ya 493 años desde su surgimiento en la época colonial hasta la actualidad.

Nacida bajo el nombre de Villa de Santa María del Puerto del Príncipe en la bahía de Nuevitas, fue trasladada al interior, junto a las márgenes del río Caonao, y luego a su actual localización, donde al iniciarse el siglo XIX pasó a ser llamada oficialmente Camagüey.

Denominada también "la ciudad de los tinajones", ostenta como elemento peculiar a esos enormes recipientes de barro cocido, utilizados siglos atrás para almacenar el agua de lluvia con destino al consumo humano y que ahora adornan jardines y parques.

La urbe muestra en la actualidad una mezcla de modernismo con historia, en un entorno donde las nuevas edificaciones se interrelacionan con aquellos atractivos históricos que brindan la personalidad a la urbe.

En efecto, las calles evidencian un comportamiento caprichoso de sus creadores, pues mantienen su trazo recto apenas en tramos cortos, para después tomar las más diversas orientaciones y conformar incluso triángulos o cerrarse en una de las innumerables plazas de la antigua villa.

El principal de esos espacios es el ahora llamado Parque Ignacio Agramonte, surgido ya en 1528 como Plaza de Armas y que mantiene su condición de núcleo de la estructura arquitectónica de la urbe a pesar de los cambios provocados por el paso del tiempo.

Más cercanos a nuestros días es el Teatro Principal – edificado en 1850 – abundante en mármol y cristal, en tanto el siglo XVIII dejó como legado la iglesia de La Merced, donde los visitantes tropiezan con un Santo Sepulcro elaborado en plata, la mayor pieza de ese tipo en el país.

La exuberancia de la flora cubana tiene su espacio en el Casino Campestre, el parque urbano más grande del interior del país, lugar ideal para la reflexión y el esparcimiento espiritual, poblado de estatuas que honran a personalidades de la historia nacional.

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